jueves, 4 de julio de 2013

LA MARIONETA.

"Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen,
sino por lo que significan."
Dormiría poco, soñaría más,
entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos,
perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen,
Despertaría cuando los demás duermen.
Escucharía cuando los demás hablan,
y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate.

Si Dios me obsequiara un trozo de vida,
Vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol,
dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma.
Dios mío, si yo tuviera un corazón,
escribiría mi odio sobre hielo,
y esperaría a que saliera el sol.

Pintaría con un sueño de Van Gogh
sobre las estrellas un poema de Benedetti,
y una canción de Serrat sería la serenata
que les ofrecería a la luna.

Regaría con lágrimas las rosas,
para sentir el dolor de sus espinas,
y el encarnado beso de sus pétalo...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida...

No dejaría pasar un solo día
sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos
y viviría enamorado del amor.

A los hombres les probaría cuán equivocados están,
al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen,
sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas,
pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte
no llega con la vejez sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres
He aprendido que todo el mundo quiere vivir
en la cima de la montaña,
Sin saber que la verdadera felicidad está
en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido
aprieta con su pequeño puño,
por vez primera, el dedo de su padre,
lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre
sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,
cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,
pero realmente de mucho no habrán de servir,
porque cuando me guarden dentro de esa maleta,
infelizmente me estaré muriendo."


Gabriel García Márquez

miércoles, 3 de julio de 2013

FIN.

5.00 am. Lunes. 

Un trabajo estable, con un sueldo poco digno. Mantenía una familia desestructurada, con una ex-mujer que pedía dinero, un dinero que no existía.
Aquel hombre, con cuarenta y dos años de vida, miraba con tristeza la orden de desahucio que el banco le mandó el día anterior. Facturas, facturas y más facturas. Su sueldo no llegaba a cubrirlo todo.
Gritó con fuerza, soltando toda la rabia que la impotencia de no poder hacer nada le provocaba. Se fue al salón y se arrimó a una botella de Whisky escocés. El alcohol resbalaba por su garganta cada cinco segundos.
Al cabo de dos horas, escuchó unas palabras, las últimas palabras que oiría antes de que una soga se llevara por delante su vida. Unas palabras pronunciadas por la voz de un niño de cuatro años. Unas palabras acompañadas por unas lágrimas débiles.
“¿Papi?”

lunes, 1 de julio de 2013

Y no pudimos esperar a crecer...

"Las chucherías se convierten en cigarros. Las inocentes, en putas. Los deberes van a la basura. Los móviles se usan en clase. Suspensión se convierte en expulsión. El refresco se convierte en vodka. Las bicicletas se convierten en coches. Los besos, en sexo. ¿Recuerdas cuándo viajar volando era columpiarte en el parque? ¿Cuándo protección significaba usar casco? ¿Cuándo lo peor que podías obtener de un niño, eran piojos? Los hombros de tu padre era lo más alto del mundo y tu madre era tu heroína. Tus peores enemigos eran tus hermanos. Los problemas de velocidad eran causados por quién corría más rápido. "Guerra" era solo un juego de cartas, y la única droga que conocías era el Dalsy. Cuando usar una falda no te convertía en puta, sino en princesa. Cuando el dolor más fuerte que sentías era el de tus rodillas raspadas y "adiós" significaba sólo “hasta mañana”. 
Y no pudimos esperar a crecer..."