Mira las nubes, pobres.
Intentando ocultarte un mundo que
sólo existe
cuando abres los ojos.
Mira el sol, pobre.
Como si su brillo pudiera hacerle
competencia
a la luz que desprendes.
Mira la luna, pobre.
Creciendo, intentando sentirse la mitad
de llena que yo
cuando me dices que me quieres.
Mira el mar, pobre.
Con complejo de infinito, envidiando los
besos
que nos debemos.
Mira la vida.
Que dejó de ser pobre
desde que la recorro a tu lado.