domingo, 31 de agosto de 2014

Pequeño, desnutrido de paz.


Pequeño,
quisiera contarte un cuento.
Decirte que todo pasa,
que son fuegos artificiales
o algún cohete rumbo a Plutón.

Pequeño,
cómo explicarte
que hay quien premia al escorpión
por envenenar 
por envenenarse, 
y lo llaman premio nobel de la paz.

Que la tierra es sagrada
y no entiendo por qué
sangra tu camino.

Pequeño,
no sé cómo explicarte
que cuando la avaricia y el fanatismo se juntan
nace la barbarie
y nunca la sufre el que la crea.

Pequeño,
no le preguntes a tu madre
¿por qué hemos de nacer
palestinos, pobres, olvidados,
desnutridos de paz?,
Ella tampoco sabe.
Y es que no hay idioma para traducir la tristeza de un pueblo
y el afán de otro por recordarte en cada misil que no debes existir. 

Pequeño,
no busquen las respuestas en las estrellas
porque también son conscientes de la inocencia
y hasta la luna sabe de conquistas ideológicas. 

Pequeño,
que no entiendes de odios,
tradiciones, ni limpiezas,
que respiras el miedo en tu familia y vecinos,
que no tienes dónde protegerte de quien les da igual que seas un niño.

Quisiera contarte tantas cosas
pero este poema no ayuda,
un poema no ayuda,
                no ayuda.


martes, 19 de agosto de 2014

Ahora

Ahora,
tengo miedo a la muerte,
a morir de pie como todos los valientes.

Ahora,
la única muerte que acepto es por amor,
de rodillas frente a ti,
gritándote con mis lágrimas,
todos 
los
motivos
que 
tenemos
para 
querernos.