jueves, 29 de agosto de 2013

Has subido hasta el decimoquinto cielo, hermana.


Es cierto. No eres una heroína, ni una guerrera. Pero yo sí que puedo enfrentarme a dragones por ti, y también puedo partirle la cara a quien te haga daño.


Ésta es mi mejor amiga, hecha una bolita en la cama. Llorando desde que un idiota le hizo daño. No ha salido, no ha reído, no ha vivido. Y no se encuentra mejor.
También es cierto hermana, por mucho que te duermas abrazada a la almohada no va a volver para despertarte por la mañana a besos.
Y sí. Duele, duele, duele. Duele confiar  tanto en alguien para nada. Duele abrir el corazón de esa forma para que entren en tu vida y terminen de romperlo.
¡FELICIDADES J! Has hecho justo lo que le prometiste no hacer. ¿Cómo te sientes, campeón? Espero que bien, aunque cuando te mate no pensarás lo mismo.
Mira lo que ha conseguido con sus mentiras, hermana.

Es cierto, lo sé. Sé que fue él quien te agarró cuando estabas a punto de caer a un precipicio. Quien te ayudó a subir poco a poco, pero en el momento en el que estaba a punto de subir, te soltó. Y ahora caes. Caes. Caes.
Permíteme pequeña, que sea tu mejor amiga quien te de la mano ahora.
TÚ, QUE HAS SABIDO CALMAR MIS ATAQUES, QUE ME HAS ABRAZADO CUANDO HE ESTADO A PUNTO DE REVENTAR ALGO Y HAS HECHO QUE VOLVIESE EN MÍ. TÚ ME NECESITAS HERMANA, Y YO VOY A ESTAR A LA ALTURA DE NUESTRO DECIMOQUINTO CIELO. NO VOY A ESTAR, ESTOY AHÍ.

Si quieres caemos juntas, bellota. Al fondo del precipicio si quieres. Pero si tú saltas, yo salto. ¿Recuerdas?
Ya sabes a lo que me refiero.
Te quiero princesa. ¿Qué princesa ni princesa?

MI REINA<3